Con las economías occidentales invirtiendo alrededor de un 10% del PIB en sanidad, con un aumento drástico del número de pacientes crónicos y con la aparición de motores tecnológicos como internet de los objetos, movilidad, seguridad o digitalización, las comunicaciones en directo, en tiempo real, mejoran la atención al paciente. Y las Administraciones son conscientes: Francia ya reembolsa al ciudadano sus gastos en telemedicina; en muchos países los responsables sanitarios debaten sobre la seguridad de los datos (más allá de la reciente normativa europea).
La comunicación entre médicos, enfermeras, pacientes, familiares y personal de gestión se integra en las etapas del cuidado del paciente: en su acogida en el hospital, centro de salud o de especialidades, en el tratamiento seguro de su historial, en la colaboración por vídeo (que humaniza la telemedicina, que enriquece las sesiones multihospitalarias) o en la seguridad de los objetos para diagnóstico, tratamiento o investigación conectados en red.
Buena parte de las soluciones de comunicación en tiempo real pasan por el uso de plataformas de comunicación que relacionan médicos y enfermeras, máquinas de apoyo al profesional, herramientas de gestión, … que se integran en los procesos de actividad sanitarios (apps o sitios web por lo general).
Y que incluyen inteligencia artificial (reconocimiento de lenguaje natural, transformación de texto a voz y de voz a texto, …) para llegar a todos los pacientes, estén o no familiarizados con el uso de smartphones u ordenadores personales. En sanidad, para el paciente, el servicio sanitario es su vivencia, y aprovechar la sanidad conectada optimiza el recorrido de su cuidado.
Jean-Clovis Pichon es director general y responsable de Sanidad de Alcatel-Lucent Enterprise