La ministra alemana de Exteriores , Annalena Baerbock , lleva meses predicando una mayor independencia económica de China, pero han sido sus últimas declaraciones las que han causado una reacción diplomática. La embajadora de Alemania en Pekín ha sido convocada por el ministerio chino de Relaciones Exteriores tras las declaraciones de Baerbock en las que ha calificado al presidente Xi Jinping de «dictador ». El gobierno de China ha calificado tal afirmación con una «provocación política», en relación a las palabras vertidas por Baerbock en una entrevista concedida a Fox News el pasado 14 de septiembre, con motivo de su visita a Estados Unidos. «Estos comentarios son demasiado absurdos y constituyen un grave ataque a la dignidad política de China, así como una provocación política abierta», ha dicho Mao Ning, portavoz del ministerio chino de Exteriores . Al referirse a la guerra en Ucrania, la ministra alemana, miembro del partido Los Verdes, comentó que «si Putin ganara esta guerra, ¿cuál sería el signo enviado a los otros dictadores en el mundo, como Xi, el presidente chino? Por eso Ucrania debe ganar esta guerra». Barbock pronunciaba estas palabras después de que, el pasado mes de junio, el presidente estadounidense Joe Biden llamase también «dictador» al líder chino, palabras que la Cancillería del país asiático describió entonces como «extremadamente irresponsables» y «una provocación política». Un portavoz del canciller alemán , Olaf Scholz , ha respaldado después esas palabras y ha reiterado desde Berlín que China no es una democracia. Scholz opina, según su portavoz Wolfgang Büchner, que China «está gobernada por un régimen comunista de partido único». «Está claro que no se corresponde con la idea de la democracia de Baerbock», ha subrayado, aunque anteponiendo que «el canciller nunca comenta las declaraciones de sus colegas de gabinete». La portavoz de la Cancillería china Mao Ning ha expresado por su parte la «profunda insatisfacción» de Pekín y ha informado que su país ya ha presentado una protesta por la vía diplomática. Alemania mantiene una posición contradictoria en su relación con China que viene disgustando, por otra parte, al gobierno de Estados Unidos. Y el motivo de ese imposible equilibrio, en el que critica la ausencia de democracia en China al tiempo que afianza sus relaciones comerciales con el gigante, los economistas del Bundesbank analizan precisamente como el mayor desafío de la economía alemana la fuerte dependencia de China en el comercio exterior y los problemas que pueden surgir si se intensifican las tensiones geopolíticas. Noticia Relacionada estandar Si En Berlín ya no caben más refugiados Rosalía Sánchez La administración de la capital alemana advierte que no cuenta con más plazas de alojamiento Al mismo tiempo, el Bundesbank admite que «una repentina desconcentración de China traería a corto plazo amplios problemas para las cadenas de suministro y de la producción» y señala que „una diversificación más extensa de los suministradores en el comercio internacional, por ejemplo, mediante acuerdos de comercio regional, reduciría el riesgo de fuertes dependencias de China«. China es un importante mercado de ventas especialmente para los fabricantes automovilísticos y de maquinaria. En total, en 2022 fueron un 7 % de las exportaciones alemanas a China , el cuarto país más importante para las ventas alemanas. Sin embargo, la importancia de China es mucho mayor para las importaciones de mercancías, como baterías y componentes electrónicos, aparatos para el proceso datos y técnica de telecomunicaciones, electrónica recreativa y electrodomésticos. Varios sectores dependen para su propia producción de productos chinos de los sectores de la electrónica, la óptica, equipos eléctricos, la construcción y la construcción de ma quinaria. La importación de materias primas y otros productos de China es también relativamente pequeña, pero no se puede sustituir fácilmente con otros países.
Inicio Internacional China presenta una protesta diplomática contra la ministra de Exteriores alemana