La migraña es un tipo de dolor de cabeza muy intenso y altamente incapacitante que padece hasta un 10% de la población general, sobre todo mujeres y muy especialmente una vez han llegado a la menopausia. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) más de 3,5 millones de personas padecen de migraña en España, de los cuales, casi un millón la sufren de forma crónica, es decir, tienen dolor de cabeza más de 15 días al mes.
De hecho, hasta un 1% de los adultos de todo el mundo padece migrañas crónicas, es decir, al menos 15 días por mes. Y en este caso, los tratamientos desarrollados para prevenir los episodios no suelen ser demasiado efectivos, más que nada por el tiempo que requieren, ciertamente excesivo, para llegar a producir su efecto.
Neuronas sensoriales
Los episodios de migraña están relacionados, entre otros factores, con la hiperexcitabilidad eléctrica en las neuronas sensoriales. Su actividad eléctrica está controlada por proteínas que generan una corriente llamada canales iónicos, específicamente por el canal TRESK, que inhibe la actividad eléctrica.
Lo que ha visto este grupo es que una mutación en el gen que codifica esta proteína causa una división entre dos proteínas disfuncionales: una está inactiva y la otra se dirige a otros canales iónicos (K2P2.1) que inducen una gran estimulación de la actividad eléctrica neuronal que causa las migrañas.
Aunque los investigadores ya habían demostrado la naturaleza hereditaria de las migrañas, no sabían el mecanismo subyacente a la migraña. Al demostrar que la división TRESK induce hiperexcitabilidad en las neuronas sensoriales que conducen a la migraña, este trabajo abre un nuevo camino de investigación para el desarrollo de medicamentos contra la migraña.
El siguiente paso ha sido solicitar una patente: el objetivo es dirigirse a los canales K2P2.1 para reducir la actividad eléctrica de las neuronas y evitar que se desencadenen migrañas. Además, los autores proponen que este nuevo mecanismo genético, que causa la formación de dos proteínas en lugar de solo una, debe considerarse ahora para analizar otras enfermedades genéticas y para diagnosticarlas.