Detenido un segundo canadiense en China en plena crisis por el «caso Huawei»

Un segundo canadiense ha sido detenido en China en pleno conflicto diplomático por el «caso Huawei». Según informa el periódico «The Globe and Mail», se llama Michael Spavor, hace negocios con Corea del Norte y avisó ayer a su Gobierno de que iba a ser interrogado por las autoridades chinas. Así lo ha confirmado la ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, que aseguró estar haciendo todo lo posible para saber qué le ha pasado a Spavor.

Según informa Reuters, el autoritario régimen chino ha anunciado este jueves que está siendo investigado por «dañar la seguridad nacional». Este lunes fue detenido otro canadiense, el exdiplomático Michael Kovrig, a quien Pekín también acusa de «amenazar la seguridad nacional». Kovrig era analista político de la organización International Crisis Group y escribía sobre China y Corea del Norte.

Por su parte, Spavor vivía en Dandong, ciudad china fronteriza con Corea del Norte, y se dedicaba a organizar viajes a este país. A tenor de la televisión de Canadá, empezó a visitar ese país en 2001 y organizó los tres viajes de la exestrella de la NBA Dennis Rodman y un partido de hockey entre un equipo norcoreano y otro canadiense. En su página de Facebook contaba hace dos días que iba a volar a Seúl. Pero, cuando estaba en el aeropuerto, informó a su Gobierno de que estaba siendo interrogado por las autoridades chinas.

Las detenciones de Spavor y Kovrig se producen poco después de que Pekín advirtiera a Canadá de graves consecuencias por el arresto en Vancouver de la vicepresidenta e hija del fundador de Huawei, Meng Wanzhou. Reclamada por Estados Unidos por, presuntamente, haber violado hace una década las sanciones contra Irán, el martes fue puesta en libertad bajo fianza, pero se enfrenta a una orden de extradición que se resolverá en los próximos meses.

A la espera de lo que ocurra, el «caso Huawei» ya ha dinamitado las relaciones diplomáticas de China con Canadá y EE.UU., país con el que libra una guerra comercial que parece estar detrás de la detención de Sabrina Meng, como también es conocida. Saltándose la independencia entre poderes que rige cualquier democracia, el presidente Trump ha reconocido que intervendría en la liberación de la ejecutiva de Huawei a cambio de un buen acuerdo en la guerra comercial con China. Unas declaraciones que alimentan las acusaciones del autoritario régimen de Pekín sobre las motivaciones políticas de este caso y azuzan sus ganas de venganza. Pero, mientras Meng Wanzhou ha seguido en Canadá una vista oral pública y asistida por un abogado, que le ha conseguido la libertad bajo fianza, los dos canadienses simplemente han «desaparecido» en China.