A pesar de su creciente prevalencia y de que es responsable de alrededor de 376.000 muertes al año, todavía se conoce poco socialmente, en parte porque las personas que lo padecen prefieren no hablar de ello, dado que a menudo les afecta a partes visibles de su rostro, a su voz, a la capacidad de tragar o al sentido del gusto.
El tabaco y el alcohol están en el origen del 75% de los casos. También se relaciona con la falta de protección en el sexo oral. “En el caso del tabaco, se estima que a partir de dos cigarrillos diarios aumenta la probabilidad de padecer este cáncer”, asegura Lara Iglesias, oncóloga del Hospital 12 de Octubre, de Madrid.
Diagnóstico
Según Iglesias, “hay que acudir a consulta si aparecen estos síntomas en la cavidad oral o la garganta durante más de tres semanas: lengua dolorida, úlceras, dolor de garganta, bulto en el cuello, ronquera persistente, dolor o dificultad para tragar o nariz obstruida”.
Se calcula que 2 de cada 3 pacientes con cáncer de cabeza y cuello se encuentran en un estadio avanzado al diagnosticarse
“El cáncer de cabeza y cuello tiende a crecer hacia los ganglios del cuello, pero en estadios locales hay altas tasas de curación”, explica .
Por eso la concienciación, que favorece la detección precoz, es especialmente importante en este tipo de cáncer. Dos datos lo ilustran a la perfección: Se calcula que 2 de cada 3 pacientes con cáncer de cabeza y cuello se encuentran en un estadio avanzado al diagnosticarse, y detectar este tipo de cáncer de forma precoz puede reducir hasta en un 80 y un 90% su mortalidad