El escrito fue colgado en el sitio de internet Medium y ya lo habían rubricado varias decenas de trabajadores de la compañía con sede en Mountain View (California, EE.UU.). «Somos empleados de Google y nos unimos a Amnistía Internacional para pedir a Google que cancele el proyecto Dragonfly de crear un buscador censurado para el mercado chino que permita la vigilancia del Estado», empieza la petición.
El escrito asegura que muchos de los trabajadores de la empresa aceptaron sus ofertas de empleo teniendo en cuenta «los valores» de la compañía, «incluyendo su antiguo posicionamiento con respecto a la censura y vigilancia en China» y que la tecnológica «anteponía sus valores a los beneficios».
El consejero delegado de Google, Sundar Pichai, confirmó el pasado octubre la existencia del proyecto Dragonfly, que está desarrollando un buscador que cumpla con los requerimientos del Gobierno chino y que pueda regresar así a un mercado que abandonó en 2010 precisamente por la censura.
La posibilidad de que el buscador de internet más usado del mundo se adapte a las exigencias de Pekín ha recibido múltiples críticas en EE.UU. por parte tanto de políticos como de organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, a las que ahora se suman las de los propios empleados de la empresa.