Inculpan de más delitos a Benalla, el exguardaespaldas del presidente Macron

Alexandre Benalla, ex «gorila» y ex «consejero de seguridad» de Emmanuel Macron, ha sido inculpado por nuevos delitos o presuntos delitos: «Uso de títulos administrativos no autorizados», «producción y uso de documentos falsos». La instrucción de tales sospechas judiciales corre el riesgo de sacar suciedades ocultas en el Elíseo, el palacio presidencial.

La historia folletinesca comenzó cuando Benalla fue acusado de dar una o varias palizas callejeras a manifestantes anti Macron, el 1 de mayo pasado, usando y abusando de sus credenciales de consejero personal del presidente. El caso tiene muchos flecos oscuros.

Siguió un largo rosario de «morcillas» folletinescas, que han culminado con la detención provisional e inculpación de Benalla, del posible delito de haber usado y quizá «fabricado» pasaportes diplomáticos con documentos falsos, que habría utilizado desde que fue expulsado de la guardia pretoriana presidencial.

Inculpado, oficialmente, tras dos días de detención provisional, el ex «gorila» podrá ser encarcelado o quedar en libertad provisional inculpado de nuevos delitos, cometidos o presuntamente cometidos a la sombra de los servicios de seguridad de Macron y su esposa, con quienes Benalla llegó a tener gran intimidad.

En su día se descubrió que Benalla había podido realizar una veintena de negocios personales, utilizando varios pasaportes diplomáticos.

Benalla respondió revelando que había seguido «dialogando» telefónicamente con Macron, tras su expulsión de los servicios de seguridad del presidente de la República, que respondió de manera muy seca: confirmando los diálogo personales, pero subrayando que se trataba de diálogo muy «secos».

La instrucción del primer escándalo Benalla -dar palizas callejeras a manifestantes, «cubierto» con su tarjeta profesional de consejero del presidente- sigue su proceloso curso, con declaraciones y contra declaraciones del acusado y la guardia pretoriana presidencial. Se sospechan «disfunciones» entre los diversos servicios de seguridad del Estado.

La detención provisional e inculpación por delitos de cierta gravedad, abre un nuevo «frente» potencialmente escandaloso. Benalla pudo fabricar pasaportes diplomáticos utilizando documentos falsos, «fabricados» en los despachos más secretos del Elíseo. Detalle que da una vaga idea de las procelosas historias que pueden suceder en la residencia oficial del jefe del Estado.