El Gobierno de Israel ha defendido este miércoles que «no tiene intención» alguna de provocar daños a las tropas o las bases de la misión de paz de la ONU en el sur de Líbano ( FINUL ), insistiendo en que es Hizbolá quien se sirve de los ‘cascos azules’ como «escudos humanos» , y ha anticipado que este contingente podrá desempeñar «un importante papel» en «el día después» del actual conflicto. Cinco ‘cascos azules’ de Indonesia y Sri Lanka han resultado heridos en ataques israelíes desde el inicio de la ofensiva terrestre en Líbano, lo que ha derivado en críticas tanto de la propia ONU como de los países con tropas sobre el terreno, entre ellos España. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha planteado directamente el repliegue de la misión para evitar riesgos . El jefe de la diplomacia israelí, Israel Katz, ha matizado en redes sociales que «el Estado de Israel concede gran importancia a las actividades de la UNIFIL», siglas en inglés de dicha misión. Se ha comprometido a que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) harán «todo lo posible» para evitar daños, lo que pasa por coordinarse con los comandantes de la FINUL y actuar «de acuerdo al Derecho Internacional». No obstante, el ministro también ha dejado claro que las fuerzas israelíes «seguirán haciendo todo lo que sea necesario para restaurar la seguridad de los ciudadanos de Israel y la vuelta de los residentes del norte a sus casas», dando por hecho que no cederán en la lucha contra Hezbolá, que «dispara deliberadamente» contra tropas de Israel desde posiciones cercanas a la misión internacional, «con el objetivo de crear fricción».