La Comisión Europea propone el USB-C como cargador común para los dispositivos portátiles

La Comisión Europea ha presentado una propuesta que persigue establecer un puerto de carga universal para los dispositivos electrónicos. El modelo escogido es el de tipo USB-C, presente en muchos dispositivos actuales de Android y que, una vez se apruebe la propuesta, pasará a convertirse en el puerto estándar para todos los teléfonos inteligentes, tabletas, cámaras, auriculares, altavoces portátiles y videoconsolas portátiles comercializados en la Unión Europea.

«Los consumidores europeos ya han experimentado suficiente frustración por los cargadores incompatibles que se acumulan en sus cajones. Hemos dado un amplio plazo al sector para encontrar sus propias soluciones; ha llegado la hora de emprender una acción legislativa en favor de un cargador común. Esto supone un importante éxito para nuestros consumidores y medio ambiente, y se ajusta a nuestras ambiciones ecológicas y digitales», ha afirmado Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva para una Europa Adaptada a la Era Digital.

La propuesta también recoge la venta por separado de los cargadores y los dispositivos; algo que, cada vez, es más habitual en telefonía. Con este movimiento, la Comisión también pretende reducir la cantidad de residuos electrónicos. De acuerdo con sus datos, los cargadores eliminados y no utilizados por los usuarios representan 11.000 toneladas anuales de residuos electrónicos. Gracias a la propuesta, se calcula que se puede rebajar la cifra en cerca de 1.000 tonaladas.

Actualmente, los ciudadanos europeos cuentan, de media, con unos tres cargadores de teléfonos móviles, de los cuales, según la Comisión, se utilizan dos de forma regular. A pesar de ello, el 38% de los consumidores afirma haber tenido problemas al menos una vez para cargar su teléfono móvil debido a la incompatibilidad de los cargadores disponibles. «Los cargadores alimentan todos nuestros dispositivos electrónicos más esenciales. Conforme aumenta el número de dispositivos, cada vez se venden más cargadores que no son intercambiables ni necesarios. Vamos a poner fin a esta situación», ha expresado a este respecto Thierry Breton, comisario de Mercado Interior de la Unión Europea.

Sobre el papel, la empresa que más afectada se verá por este movimiento es Apple. A diferencia de los dispositivos Android, que llevan años incorporando de forma progresiva el USB-C, la firma de la manzana se ha mostrado siempre reacia a renunciar a su conector Lightning.

«Nos sigue preocupando que una regulación estricta que exige un solo tipo de conector reprima la innovación en lugar de fomentarla, lo que a su vez perjudicará a los consumidores en Europa y en todo el mundo», afirma un portavoz de Apple en declaraciones remitidas a ABC. La empresa, a su vez, señala que está estudiando la propuesta de la Comisión y que comparte su preocupación por el medio ambiente.

De acuerdo con un informe europeo compartido por Reuters, en 2018 el 21% de los dispositivos comercializados empleaban este tipo de conexión, mientras que el USB-C representaba el 29%. Por delante quedaba el viejo Micro USB, más limitado en la carga y la transferencia de datos, que estaba presente en la mitad de los dispositivos comercializados por entonces.

En los últimos años, no obstante, el nuevo estándar que quiere aprobar la Comisión ha alcanzado un alto grado de democratización. Tanto que, a día de hoy, resulta complicado asistir a la presentación de un dispositivo Android que no lo incluya.

Para aprobarse, la propuesta debe ser adoptada por el Parlamento Europeo y el Consejo. Tras esto, las tecnológicas contarán con un periodo de transición de dos años exactos para adaptarse. Un lapso de tiempo demasiado corto, según señalan desde Apple. La empresa, a su vez, destaca que espera que se permita la venta de dispositivos existentes para evitar el desperdicio electrónico.