La operación jaula se puso en marcha de forma inmediata. «El terrorista se escapó en un coche hacia Ramala, cuyas vías de salida y entrada fueron bloqueadas», declaró a los periodistas el portavoz del ejército, el teniente Jonathan Conricus. «Desplegaremos varios batallones de infantería suplementarios en Cisjordania para efectuar operaciones defensiva y ofensivas», agregó el portavoz, para quien esto «es terrorismo contra civiles y contra tropas israelíes. Estamos investigando si detrás hay una organización o se trata de los denominados ‘lobos solitarios’».
El tiroteo en Givat Asaf coincidió con el ataque con arma blanca sufrido por dos policías en Jerusalén Este, anexada por Israel, en el que el agresor fue abatido. Un cuarto murió también por disparos del Ejército cerca de Ramala en un intento de atropello, según la información ofrecida por los militares.
Medidas especiales de castigo
Benjamín Netanyahu prometió mano dura para reconducir la situación y ordenó «acelerar la demolición de las casas familiares» de los atacantes palestinos, que podrían comenzar hoy, informó la oficina del primer ministro en un comunicado. El dirigente conservador anunció además la revocación de los permisos de salida de Cisjordania a «los familiares de terroristas y colaboradores», además del bloqueo de Al Bireh, cerca de la ciudad palestina de Ramala, sede del Gobierno palestino. La última medida de castigo adoptada por Netanyahu fue la petición al fiscal general de medidas legales para permitir levantar 82 nuevas viviendas en el asentamiento de Ofra, lugar en el que se han producido los dos últimos ataques en menos de una semana.