La tensión y los incidentes de odio adquieren niveles históricos en EE.UU. con la guerra en Oriente Próximo

La tensión y los ataques de odio en EE.UU. , en especial contra la comunidad judía, han llegado a un punto en el contexto de la guerra de Israel contra Hamás que han merecido la alerta de las autoridades. El director del FBI, Christopher Wray , aseguró esta semana en una comparecencia en el Congreso que los incidentes y la amenaza de ataques antisemitas han llegado a «niveles históricos». Los episodios antisemitas y antiislámicos se han disparado desde los ataques terroristas de Hamás en territorio de Israel y con la respuesta militar del ejército israelí en Gaza, que está dejando miles de muertos civiles en la población palestina. El más grave hasta el momento fue el asesinato de un niño de origen palestino de seis años en Illinois el pasado 14 de octubre, además de otros episodios de violencia contra la población musulmana o árabe, como la agresión a unos jóvenes en el sur de Brooklyn o amenazas de muerte contra miembros de mezquitas. Pero son más prevalentes los ataques contra la comunidad judía, que, incluso antes de la guerra, centra buena parte de los delitos de odio: «Según nuestras estadísticas», aseguró Wray, los judíos «representan solo el 2,4% de la población de EE.UU., pero suponen cerca del 60% de los delitos de odio por motivo religioso». No es una situación creada por el último conflicto en Oriente Próximo. Los delitos de odio han crecido en los últimos años en EE.UU. y sufren subidas con episodios violentos. Por ejemplo, en 1994, después de que un extremista israelí masacrara a 29 palestinos en una mezquita de Cisjordania, hubo un aumento de ataques contra judíos en EE.UU., como el tiroteo de una furgoneta con estudiantes en el puente de Brooklyn, en Nueva York. En 2015 ocurrió algo similar contra árabes y musulmanes después de un ataque yihadista en San Bernardino, California. Noticia Relacionada estandar Si Joe y Bibi: una relación de amor y odio de décadas, ante su gran prueba Javier Ansorena La amistad entre Netanyahu, cuestionado dentro y fuera de Israel, y Biden, quien se juega su reelección en horas bajas, afronta su mayor reto desde que se conocieran a comienzos de la década de los 80 La situación ahora en Gaza ha provocado un aumento desconocido. Según el Consejo para las Relaciones Islámico-Americanas, tras las primeras tres semanas desde los atentados terroristas la organización había recibido 774 quejas de islamofobia, el nivel más alto desde 2015. La Liga Antidifamación, una organización judía que combate las muestras de antisemitismo, asegura por su parte que sus datos preliminares muestran un aumento del 388% en los incidentes antisemitas desde el 7 de octubre , con 312 incidentes que incluyen acoso, vandalismo y agresiones. En las últimas semanas, los ataques han sido de todo tipo: entre otros, pintadas de esvásticas en residencias de judíos -entre otras, en la casa de una superviviente del Holocausto en Beverly Hills- o las amenazas de muerte que recibió Jacky Rosen, senadora demócrata por Nevada, judía, y a la que un hombre amenazó con acabar «lo que empezó Hitler». Dos bandos a la gresca La tensión se nota en las universidades más que en ningún otro sitio. Las discusiones ideológicas propias de una universidad se han pasado al terreno de la protesta, de la amenaza y del acoso . Las polémicas sobre la postura propalestina o proisraelí tomadas por los miembros de diferentes comunidades universitarias han dado paso a episodios de violencia -la pelea entre manifestantes de ambos bandos en Tulane o la agresión a un estudiante judío en Columbia- y a escarceos como la ‘guerra de carteles’ -los ponen los proisraelíes con los rostros de secuestrados por Hamás, los tiran los propalestinos- en muchos campus y espacios públicos. Uno de los episodios más graves es la reciente amenaza de un estudiante de Cornell de tirotear un centro frecuentado por estudiantes judíos. «Voy a traer un rifle de asalto al campus y os voy a tirotear a todos vosotros, cerdos judíos» , «os voy a cortar el cuello», amenazó Patrick Dai, alumno de 21 años, en foros de estudiantes. Estos episodios han forzado a la Casa Blanca a anunciar esta semana medidas especiales para los campus universitarios, como facilitar el registro de quejas de ataques antisemitas o antiislámicos y la convocatoria de un encuentro con líderes judíos y de universidades para discutir nuevas estrategias. En Nueva York, un estado que concentra la mayor población judía del mundo fuera de Israel, la gobernadora anunció un refuerzo de 75 millones de dólares para perseguir los delitos de odio y proteger a las comunidades amenazadas. Wray advirtió que esta tensión podría ser un caldo de cultivo para amenazas terroristas en suelo estadounidense: «La guerra en Oriente Próximo ha elevado la amenaza contra estadounidenses en nuestro país a otro nivel. Los ataques de Hamás, aseguró, «servirán de inspiración».