Móvil flexible
Nadie debe quedarse atrás. Esa es la filosofía que ha adoptado Samsung. La firma surcoreana lleva tiempo trabajando en una de las tendencias que traerá el nuevo año: el «smartphone» flexible, que avanzó el pasado mes de noviembre y que podría presentar oficialmente en enero en Las Vegas, en la feria tecnológica CES. Infinity Flex Display ofrece un nuevo tipo de experiencia en el móvil que permite a los usuarios hacer cosas que de momento no pueden hacer con un terminal convencional. Se trata de un «smartphone» compacto pero con bisagra que se despliega, de tal manera que aparece una pantalla envolvente de mayor tamaño (como una tableta de 7,3 pulgadas) para realizar múltiples tareas y visualizar contenido. Cerrado se usa como un teléfono normal.
Aunque Samsung no dio fecha concreta de su lanzamiento, sí aseguró que será en 2019. Y todo apunta a que no será la única compañía en innovar en el mercado de los «smartphones». Es muy probable que Oppo presente en la próxima edición del Mobile World Congress de Barcelona (25-28 febrero), un prototipo de teléfono plegable. El nuevo híbrido de móvil y tableta se doblará también como un libro gracias a una bisagra especial, de tal manera que pasará de ser un móvil de 5 pulgadas a una tableta de hasta 7 u 8 pulgadas.
Huawei también ha confirmado que lanzará un teléfono con pantalla flexible en 2019. Pero no será su única innovación.
5G
«Estamos trabajando en teléfonos flexibles, teléfonos flexibles 5G», desveló Richard Yu, CEO de la Unidad de Negocio de Consumo de Huawei, el pasado mes de octubre.
La firma, que recientemente ha sido acusada de espionaje pero es el proveedor global líder en TIC, infraestructuras y dispositivos inteligentes, encabeza la carrera en otra de las novedades del 2019: el despliegue del 5G, que ofrecerá nuevas capacidades ante la avalancha de dispositivos conectados: conexiones masivas, velocidades ultrarrápidas y latencia ultrabaja (mejorará los retardos).
Huawei ha protagonizado este 2018 hitos mundiales, como la primera llamada 5G en España o la primera videollamada 5G a nivel internacional. De cara al año 2019, el objetivo de la compañía es seguir apostando para que España esté en la primera oleada de 5G, con pilotos y despliegues precomerciales.
Ciberseguridad
Gracias al 5G, cada vez habrá más aparatos conectados. Nos referimos al Internet de las Cosas (IoT). Según un informe de IDC, se estima que para 2020 habrá 80.000 millones de dispositivos inteligentes conectados a asistentes en el hogar, por lo que los riesgos para la seguridad y privacidad aumentarán, tal y como indica ESET, compañía de seguridad informática, en su informe de « Tendencias 2019: Privacidad e intrusión en la aldea global».
Así, los atacantes continuarán explorando las características de los aparatos conectados para aprovecharse de nuevas vulnerabilidades. Pero no será la única preocupación del nuevo año. Los expertos vaticinan un 2019 con graves problemas, especialmente relacionados con la protección de los datos y la privacidad.
2018 ha sido el año en el que los usuarios se han concienciado un poco más sobre cómo sus datos personales están en manos de las grandes compañías tecnológicas, quienes los manejan a su antojo. «Facebook y Google han acumulado bases de usuarios gigantescas, junto con cantidades abrumadoras de datos personales acerca de ellos, que deben ser protegidos del acceso no autorizado», apuntan desde ESET.
Además, tras la entrada en vigor este año del nuevo Reglamento General de Protección de Datos, cuyo objetivo es controlar el acceso a la información para evitar que sea expuesta sin autorización, su efectividad la se verá en 2019, cuando realmente empiecen a llegar las primera multas.
Inteligencia artificial
La inteligencia artificial (IA), liderada por EE.UU. y China, seguirá desarrollándose en 2019. Hablamos de la capacidad de las máquinas para usar algoritmos, aprender de los datos y utilizar lo aprendido en la toma de decisiones, igual que lo que hace un humano. Pero la IA no necesita descansar, puede trabajar ininterrumpidamente y mucho más rápido (es capaz de obtener conocimientos y habilidades en los que el ser humano tardaría años) y, además, su margen de error es mínimo. Sólo los que estén preparados sobrevivirán en un mundo dominado por los datos.
Los coches autónomos de Tesla son capaces de interpretar los datos y su entorno para llevar a cabo una conducción eficiente; Amazon se vale de la IA para ofrecer productos que sabe que al usuario le interesan por sus patrones de navegación al igual que Google con los resultados de búsqueda.
Pero la IA tiene también su cara menos amable. Para afrontar los nuevos desafíos, toca reeducar a millones de personas que se quedarán sin trabajo debido a este avance (China ha creado este año un presentador de televisión con IA); tratar el uso ético y moral de las tecnologías y robótica y trabajar en la prevención de las posibles adicciones tecnológicas y demás trastornos a los que la sociedad estará muy expuesta, tal y como señala Lasse Rouhiainen en su libro «Inteligencia artificial: 101 cosas que debes saber hoy sobre nuestro futuro».
Por todo ello, Europa está ultimando sus orientaciones éticas para la IA.El nuevo código ético, que será publicado de forma definitiva en marzo de 2019, busca asegurar una IA «centrada en el ser humano», basada en derechos fundamentales, principios éticos y valores y reconocer que esta tecnología aporta beneficios sustanciales aunque también puede tener un impacto negativo, como el desarrollo de armamento militar.
«Blockchain»
El «blockchain» o cadena de bloques, es la tecnología que está detrás del Bitcoin, la popular criptomoneda. La diferencia es que permite realizar transacciones de cualquier tipo de forma fiable y segura, sin necesidad de que haya un intermediario.
Tal y como señala Indra en su informe «Tendencias tecnológicas estratégicas para 2019», el «Blockchain» es una tecnología en la que los datos se distribuyen a través de diferentes servidores y su gestión no depende de una única entidad porque está descentralizada (para acabar con el monopolio bancario), no se pueden modificar (son inmutables) y están protegidos criptográficamente, es decir, son seguros.
Los expertos creen que puede ofrecer una salida a los actuales mecanismos centralizados de transacción y mantenimiento de registros, y con ello servir como base de negocios digitales.
Experiencias inmersivas
La mezcla de la realidad virtual con la aumentada y mixta ofrecerá nuevas experiencias inmersivas. Es decir, ya no bastará con que el usuario se ponga unas gafas de realidad virtual para jugar a un videojuego. Necesita sentir de primera mano que todo vibra cuando se producen explosiones o disparos. Incluso llegar a oler la comida en restaurantes cuyos comedores en 360º ofrecen una nueva experiencia gastronómica.
La cadena Catalonia Hotels & Resorts permite ya transformar la habitación y vivir experiencias inmersivas en 4D sin recurrir a dispositivos de realidad virtual de uso individual. Mediante este sistema audiovisual de proyección 180o, es posible disfrutar de experiencias envolventes: desde un viaje al fondo del mar, hasta sobrevolar la Tierra desde una nave espacial, pasando por el mundo virtual de un videojuego.
Según el estudio «Informe XR», elaborado enter The App Date y Telefónica, los negocios de realidad extendida -que integra a empresas de realidad virtual, aumentada o mixta- han crecido un 86,6% en los últimos dos años, coincidiendo con el auge de los distintos dispositivos de visualización. Unos datos que confirman que España apunta alto en su desarrollo y sus aspiraciones para convertirse en una potencia mundial en esta tecnología.
Computación cuántica
La tecnología cuántica es fundamental para resolver problemas que en la actualidad no tienen solución. Hasta ahora, los ordenadores tradicionales se mueven en el lenguaje binario, es decir, entre ceros y unos. Los llamados «bits» (unidades de información) solo pueden adoptar uno de esos dos valores. Así pueden almacenar información y hacer operaciones. Pero para aumentar la potencia de un ordenador, entre otras cosas, hay que aumentar el número de «bits». Gracias a la mecánica cuántica, los científicos ya han conseguido crear el bit cuántico: el cubit, una unidad de información que no tiene el valor de 0 y 1, sino que puede tener los dos valores a la vez. El resultado es que la computación cuántica permitirá realizar millones de cálculos a la vez.
Un ordenador cuántico lee todos los libros de una biblioteca a la vez, mientras que el tradicional lo hace de forma lineal. La computación cuántica permitirá descodificar el genoma humano, predecir el movimiento de moléculas para diseñar fármacos o crear un sistema de encriptado mucho más seguro que el actual.
IBM, Microsoft y Google trabajan ya en ello para dar soluciones a los retos del futuro.