Con estas declaraciones, «el Peje» -su apodo- afirma que perdonará y no perseguirá a aquellos políticos que sean señalados por haber cometido actos de corrupción en los años anteriores a su administración, aunque no frenará ningún proceso judicial vigente que actualmente esté investigando estos temas. «No es mi fuerte la venganza; creo en el perdón», añadió López Obrador durante una entrevista en un programa de radio. «Es lo que más conviene al país, a México, esta amnistía política», matizó.
No obstante, el tabasqueño afirma que a partir de su gobierno habrá cero tolerancia con casos de corrupción y se castigará a los políticos involucrados en estos escándalos independientemente de su cargo. «Hacia adelante, cero impunidad, cero corrupción, que no se perdone a nadie, ni al nuevo presidente», aseveró durante la entrevista radial para Imagen Noticias.
Estos comentarios del político han generado polémica en México, país arrasado por numerosos casos de corrupción a todos los niveles de gobierno -federal, estatal y local-, particularmente durante la administración del todavía presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) donde ocho de los gobernadores de los 32 estados en el país (equivalente a los presidentes de las CCAA en España) han sido detenidos por presuntos actos ilícitos.
Para ver si su propuesta tiene acogida y, a su vez, contrarrestar los comentarios negativos en su contra, López Obrador salió con una nueva ocurrencia y planteó la celebración de una consulta en la que preguntará a los ciudadanos si desean que su administración investigue posibles casos de corrupción cometidos por los gobiernos de los últimos cinco expresidentes de México: Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
De esta manera, López Obrador consolidaría la consulta popular como un mecanismo de toma de decisión política dentro de su Ejecutivo, un sistema poco utilizado en México y que fue empleado a finales de octubre para votar por la cancelación del multimillonario nuevo aeropuerto ya en construcción en Ciudad de México. Mediante un referéndum en el que apenas participaron 1,9% de los electores, el 69,9% votó por suspender la obra, de unos 13.000 millones de dólares, en la que FCC y Acciona forman parte de un consorcio para construir la terminal, proyecto en el que trabajan con otras empresas del millonario mexicano Carlos Slim.
En apenas 10 días, el presidente electo celebrará su toma de posesión, un evento al que acudirán diversas personalidades como el Rey Felipe VI; el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence; o el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.