Superada la prueba de la primera noche de jet lag y ya de corbata, Sánchez se incorporó, con el resto de los líderes, al primer día de la cumbre del Grupo de países que concentran el 66 por ciento de la población mundial y mueve el 75 por ciento del comercio internacional. El presidente mantuvo una reunión bilateral con su homólogo argentino y a lo largo de la jornada, como la delegación española, defendió la posición de defensa del multilateralismo. España puso sobre la mesa el debate de la emigración y en el «retiro», como se conoce la reunión previa de los lideres, Sánchez insistió en que la propuesta española sobre migración esté reflejada en el documento final que se dará a conocer hoy.
En el primer contacto personal entre Sánchez y Macri, (amigo personal de Mariano Rajoy e identificado con el PP), el presidente de Argentina se expresó en términos muy positivos sobre el modelo español de las pymes exportadoras. Argentina necesita inversiones y, como hiciera en abril, durante la visita de Rajoy, poco antes de la moción de censura, Macri propuso una asociación con empresas argentinas.
El anfitrión de la Cumbre insistió en destacar las oportunidades que tienen al alcance de la mano las multinacionales españolas para invertir en infraestructuras. Conciliador y agradecido, reconoció los esfuerzos y el apoyo de España para que las negociaciones UE Mercosur (Mercado Común Suramericano) lleguen a buen puerto, un destino que no ve nada claro Enmanuelle Macron. Hace pocos días declaró que aún «no están dadas las condiciones» para sellar un acuerdo que lleva dos décadas de retraso. Antes de finalizar la reunión, Macri también valoró el respaldo de nuestro país al ingreso de Argentina en la OCDE.