Probamos el Lenovo Yoga Book 9i, un ordenador con dos pantallas que tiene algunos problemas

El Yoga Book 9i de Lenovo, presentado en el CES 2023 en Las Vegas, es un portátil de doble pantalla que recuerda a aquellos Toshiba Libretto W100 de hace trece años, aunque con una mejor ejecución y traído al 2023. El equipo está pensado para aquellos que trabajan con el ordenador portátil siempre en movimiento, y necesitan una doble pantalla para ello. La otra opción es llevar una pantalla auxiliar y conectarla al portátil, pero siempre requiere de más espacio y es menos conveniente, aunque sí es una solución mucho más barata. Lo que está claro es que Lenovo ha tirado la casa por la ventana con estas dos pantallas OLED PureSight de 13.3 pulgadas, con una resolución de 2.8K (2880 x 1800) y precisión de color del 100% en la gama DCI-P3 con soporte para Dolby Vision HDR, del Yoga Book 9i. Un espectáculo para la vista. Noticias Relacionadas estandar No Probamos el Pixel Watch 2: el nuevo reloj de Google llega con mejoras y varios problemas gordos Jon Oleaga estandar No Probamos el Google Pixel 8 Pro: el dispositivo que quiere ser el móvil más inteligente del mundo Jon Oleaga Cuatro posiciones El Yoga Book 9i se puede usar en cuatro posiciones básicas . Como un ordenador portátil tradicional, con el teclado Bluetooth sobre la segunda pantalla, sin teclado físico, sólo con el virtual, y con las pantallas sobre el soporte en formato vertical u horizontal, pero lo que hace especial a este ordenador es precisamente este último formato. Lo que más nos ha gustado del dispositivo es lo ingenioso que es el soporte de la pantalla y cómo se recoge todo de forma sencilla. Lenovo ha incluido un teclado Bluetooth y una funda para guardarlo, que se transforma en un soporte para las pantallas diseñado de manera muy creativa, recordando al origami japones. La funda permite posicionar las pantallas en orientación vertical u horizontal, brindando una experiencia de uso flexible y estable, incluso en superficies como camas o sofás, donde, probablemente, esperarías que semejante artilugio vertical sucumbiese, pero está tan bien hecho que es muy difícil que se caiga. Al poner las pantallas en horizontal elevamos la superior para que quede a la altura de la vista, y podemos usar la inferior para tareas secundarias. Una posición muy cómoda para trabajar. Este formato nos ha dado una grata sorpresa, ya que eleva la cámara a una altura perfecta, resolviendo el problema común del ángulo de cámara en los portátiles que siempre apunta desde un ángulo inferior poco favorecedor. Algo pesado y caro La carcasa del portátil está fabricada en carbono, que lo hace muy resistente, mucho más de lo que parece a simple vista. Lo que significa que, si se te cae al suelo, puede aguantar más de un golpe. Pero, por otro lado, la doble pantalla lo convierte en un equipo muy pesado, casi 1,6 kilos para un portátil de 13 pulgadas es demasiado . Al igual que le pasaba al antiguo Toshiba Libretto W100 el desafío principal al que se enfrenta este portátil es la capa de software que necesita un equipo de doble pantalla debido a su formato no nativo en Windows. En teoría, hacer el cambio de apoyar el teclado en la segunda pantalla, y usar el resto como trackpad es una gran idea, pero en la práctica no funciona como debería. Si usamos el ordenador con su doble pantalla con el teclado por separado, el ordenador va perfecto, pero en cuanto le ponemos el teclado encima de la pantalla inferior, o usamos el teclado virtual, la experiencia no es tan consistente, y da bastantes errores de uso. En cuanto al rendimiento, el equipo que hemos testeado contaba con 16 GB de RAM, Intel Core i7-1355U de 13ᵃ generación, 512 GB de almacenamiento SSD y cuatro puertos USB-C, que pueden parecer suficientes, pero se echa de menos un puerto USB tradicional. El comportamiento es decente, aunque justo. La autonomía es adecuada a pesar de tener que alimentar dos pantallas. El Lenovo Yoga Book 9i es un buen portátil para un uso muy concreto, si viajas y trabajas más en cafeterías que en un escritorio, tener dos pantallas y poder desplegarlas en un momento es muy cómodo, aunque sus 2.000 euros de precio puede que te hagan pensar dos veces si es mejor comprar una pantalla auxiliar para tu actual ordenador.