El ministro del Interior y líder de la Liga lanzó un mensaje nacionalista y populista, en el que sus palabras clave fueron esperanza, dignidad y orgullo, un discurso retórico adobado con frases de Juan Pablo II, de uno de los padres de la UE como el democristiano De Gasperi y del pacifista Martin Luther King, pasando por una evocación a Benito Mussolini.
Frase atribuida a Mussolini
El «Capitano», como lo llaman sus fieles, dedicó una parte central de su discurso a Europa. «Hoy es el día dedicado a la Virgen María. Os leo estas líneas: una unión de pueblos distintos étnicamente, esto debe ser Europa, que debe tener alma e identidad. ¿Sabéis quién ha escrito esto? Un peligroso populista que se llamaba Juan Pablo II». Del Papa Wojtyla pasó a Luther King: «Para tener enemigos no hace falta declarar una guerra, basta con decir lo que se piensa». Entre grandes aplausos, hubo una frase atribuida al dictador Mussolini: «Muchos enemigos, mucho honor».
Salvini quiso mostrar con este mitin multitudinario que la Liga, que lidera desde diciembre de 2013 –tenía entonces un 4,5% de votos–, es hoy un partido con gran ambición nacional, el primero del país, con el 34-35% en intención de voto, duplicando los obtenidos en las elecciones de marzo (17%) y distanciándose del Movimiento 5 Estrellas, que ha descendido al 27-28%.
Dado que una buena parte de su discurso tuvo clave europea y nacional, Matteo Salvini pretendió hacer ver que se inspira en una frase célebre de uno de los fundadores de la Democracia Cristiana, Alcide De Gasperi, admirado ex primer ministro italiano: «El político piensa en las próximas elecciones, el estadista en las próximas generaciones». El líder de la Liga se presenta ya como el estadista que piensa con un horizonte de medio siglo: «Si Europa se para en la finanza, en los decimales, es una Europa destinada al fracaso. Sirve una Europa que vuelva a trabajar por la dignidad de los ciudadanos», afirmó, explicando lo que tiene in mente: «Una idea de crecimiento que mira a los próximos 50 años. Tenemos la ambición de pensar en la Italia que dejamos a nuestros nietos». Después añadió: «Crecimiento sostenible, protección social, mejora de la calidad de vida y solidaridad: esto está en los tratados que fundaron Europa. Alguno ha traicionado el sueño europeo; nosotros daremos la sangre por una nueva comunidad europea».
Esta vez no hubo insultos ni agresividad, pero Salvini quiso recordar la situación de Alemania y Francia, a los que ha criticado siempre con especial agresividad, lanzando un dardo al presidente Emmanuel Macron: «Mirad la crisis económica que también la poderosísima Alemania está comenzando a vivir, pensad en los chalecos amarillos. La violencia no estará nunca justificada. Pero quien siembra pobreza y falsa esperanza, recoge protesta».