Uno de los siete tripulantes involucrados en el accidente ha sido rescatado y «está siendo evaluado por las autoridades competentes» en la base aérea japonesa de Iwakuni, mientras que «las operaciones de búsqueda y rescate continúan para los seis marines restantes», informó la fuerza naval de Estados Unidos en redes sociales.
El choque se produjo en torno a las 2.00 hora local (17.00 GMT del miércoles) a unos 320 kilómetros de la costa del oeste nipón entre un caza FA-18 Hornet y un avión cisterna KC-130 Hércules que salieron del aeródromo de Iwakuni y se encontraban «realizando un entrenamiento programado regularmente», explicaron en un comunicado.
«Las circunstancias del accidente están actualmente bajo investigación» y por el momento «no hay información adicional», añadieron las fuerzas armadas de EE.UU.
El ministro japonés de Defensa, Takeshi Iwaya, detalló en declaraciones a los medios locales que el soldado rescatado es uno de los dos tripulantes que viajaban a bordo del caza y que su estado de salud «es estable».
Japón ha enviado varias aeronaves y tres barcos para apoyar las labores de búsqueda y rescate, detalló Iwaya.
El titular japonés de Defensa tildó el suceso de «lamentable», pero hizo hincapié en que ahora «lo más importante es rescatar a todas las personas que siguen desaparecidas todavía».
El accidente de hoy se produce dos semanas después de que otro caza FA-18 se estrellara en el mar al sudeste de Naha, la capital de Okinawa (sudoeste), tras despegar del portaaviones de propulsión nuclear USS Ronald Reagan, sin que se produjeran víctimas.