Una mandíbula, una tumba y la colección de rocas de un niño: el misterio de la muerte de un capitán en 1951 que se cierra más de 70 años después

Arizona ha puesto nombre a los restos de un hombre que aparecieron hace más de 20 años en una colección de rocas . En concreto se trataba de una mandíbula con algunos dientes. Según ha informado en un comunicado la Oficina del Sheriff del Condado de Yavapai, en Arizona, esta se encontraba entre otros recuerdos que almacenaba un niño y que a su vez había heredado de su abuelo, un coleccionista al que le gustaba recorrer el mundo «en busca de tesoros». En 2002, la madre de este hombre, entonces niño, dio la voz de alarma tras observar que entre la colección que el joven había recibido había una piedra que no parecía ser como las demás . Al ver esos posibles restos humanos, la mujer se puso en contacto con las Fuerzas de Seguridad, apunta la nota. Tras eso, las autoridades introdujeron esta información en la base de datos del Sistema Nacional de Personas Desaparecidas y No Identificadas, a través del cual se comparan los restos no identificados con datos de personas desaparecidas que se hayan introducido en esa misma web. En un primer momento, la plataforma arrojó un posible resultado para Everett Leland Yager , un hombre nacido el 2 de octubre de 1920 que tuvo un accidente durante un ejercicio de entrenamiento de vuelo y que en principio estaba enterrado en Missouri. Noticia Relacionada estandar No EE.UU. ejecuta a un condenado por doble asesinato pese a que decenas de funcionarios penitenciarios pedían perdonarle Al no estar confirmada la identidad, el caso pasó a investigadores especializados en muestras de ADN. En concreto, llegaron al laboratorio Intermountain Forensics, informan medios internacionales. Tras crear el perfil genético completo, este fue subido a las bases de datos públicas. Cuando estuvo disponible, el Centro de Investigación de Genealogía Genética del Instituto de Ramapo en Mahwah, Nueva Jersey, se encontraba preparando un entrenamiento para que sus estudiantes resolviesen juntos casos y decidió ocuparse de este. La subdirectora de este centro, Cairenn Binder, ha explicado en declaraciones que cita ‘The New York Times’ que la información con la que trabajaron era simplemente que había aparecido «una mandíbula con algunos dientes», pero que no sabían a quién pertenecía. Tampoco se conocía el dato de cómo habían llegado esas piezas hasta esa bolsa de piedras. Sin embargo, a pesar de los pocos datos con que se contaba, en tan solo dos días encontraron un posible propietario de los mismos. El capitán Everett Leland Yager. Tras este «pronto» hallazgo, los jóvenes investigadores contactaron con el sheriff y el forense para exponerle los resultados. El siguiente paso fue pedir una muestra de ADN al pariente vivo más cercano de Yager, su hija. Los análisis se confirmaron el pasado mes de marzo, más de dos décadas después de que apareciesen los huesos. Los restos del capitán fueron encontrados en el condado de Riverside, en California, aunque estaban enterrados en Missouri. Los expertos no saben cómo pudieron llegar hasta allí , aunque entre las hipótesis que se barajan se encuentra la presencia de animales carroñeros que los hubieran podido trasladar de un sitio a otro. Según detalla el comunicado del sheriff, sus allegados están «muy agradecidos» por encontrar a Yager, algo que han calificado de «inesperado y misterioso», al llegar 73 años después del fatídico accidente que acabó con su vida, el pasado 31 de julio de 1951.