Desde Qatar y Egipto insisten en que Israel y Hamás estarían cerca de cerrar su primer acuerdo para la liberación de rehenes a cambio de un alto el fuego temporal, pero los días pasan y el acuerdo se retrasa. El embajador israelí en Estados Unidos, Michael Herzog, anunció que sería «cosa de días» y Mark Regev, asesor de Benjamín Netanyahu , piensa que cualquier posible acuerdo será gracias a la presión militar israelí ya que «Hamás necesita un alto el fuego, necesita algo de tiempo para descansar y reagruparse», según declaraciones a la cadena BBC. Las familias de los al menos 240 secuestrados y desaparecidos presionan para que el gobierno haga de la vuelta de los suyos a casa una prioridad, pero no tienen éxito. Esa presión militar ya ha costado la vida a más de 13.000 palestinos, la mayoría de ellos mujeres y niños según el ministerio de Salud, y el ejército expande sus operaciones al sureste de la Franja, donde piensa que se han refugiado los cabecillas de Hamás. En el norte, tras la toma de la parte occidental de la Ciudad de Gaza y el control del hospital de Al Shifa, el nuevo objetivo es el hospital de Indonesia, en el campo de refugiados de Yabalia, y los soldados lo han cercado con sus tanques y atacado de manera directa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró su «consternación» por la Muerte de al menos 12 personas en el ataque israelí al centro. El ministerio de Salud elevó a 700 el número de personas en su interior entre enfermos, heridos, personal médico y desplazados y recordó que es el último hospital operativo al norte de Gaza. Dejar el norte de la Franja sin hospitales es también un mensaje directo a los civiles que se resisten a abandonar la zona porque saben que a partir de ahora no tendrán ningún auxilio posible en caso de necesitarlo. Base de operaciones Israel insiste en que Hamás emplea los hospitales como bases de operaciones para sus ataques. 24 horas después de la evacuación de 31 recién nacidos, el ejército compartió dos vídeos para intentar demostrar que los islamistas usaban Al Shifa. El primero muestra imágenes que los militares dicen haber obtenido de las cámaras de seguridad del centro médico en las que aparecen dos rehenes de Tailandia y Nepal capturados el 7 de octubre. El segundo vídeo es de un «túnel terrorista de 55 metros de largo» que estaría debajo del hospital. Para el ejército esto «demuestra claramente que Hamás utiliza numerosos edificios del complejo hospitalario como cobertura para actividades terroristas». Hamas y el personal del hospital niegan la acusación y se refieren al túnel como «una mentira». Tras pasar unas horas en un hospital gazatí en Rafah, 29 de los 31 recién nacidos de Al Shifa fueron evacuados a un centro médico en Egipto y allí fueron recibidos por el ministro de Salud. En el que era el principal centro de referencia en Gaza quedan a la espera de evacuación unos 300 enfermos y heridos cuya movilidad es muy complicada por su estado de salud. Lluvias e inundaciones El invierno golpea doble a quienes lo han perdido todo. 1,7 millones de palestinos han buscado refugio en las últimas semanas en el sur de Gaza y muchos malviven en campos improvisados que han quedado inundados por las fuertes lluvias. La temporada de lluvias siempre se recibe con los brazos abiertos en lugares donde llueve tan poco, pero este año todo es diferente y el agua, junto al frío, se suman al castigo de los bombardeos. La ayuda es cada vez más necesaria ya que el bloqueo israelí ha puesto a la población al borde de la hambruna. También preocupa el colapso en los hospitales de la zona sur, saturados y con muy pocos medios. Jordania, país que fue pionero en el lanzamiento de ayuda médica desde aviones, anunció el despliegue de 180 médicos y enfermeras en un hospital de campaña que instalarán en Jan Younis. El centro tendrá 41 camas y Mohammed Zaqout, responsable de hospitales de la Franja, anunció que todo el material necesario ya había entrado por el paso de Rafah por lo que estará operativo en breve. Zaqout describió la situación de «catastrófica» e informó de la llegada diaria de cientos de heridos debido a los «continuos y agresivos ataques aéreos y de artillería».
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