Por Aik Ambiorix .
EL AUTOR ES MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN VERDEES Y CODEESTE .
La reciente Cumbre de Naciones por la Paz y la Reconciliación, convocada por la Alcaldía de Santo Domingo Este SDE, ha resonado con un mensaje dinámico y urgente en favor de la familia, la sociedad y el mundo mismo.
Bajo el liderazgo del Alcalde Dio Astacio, esta iniciativa no solo consolida un precedente de gestión, sino que también establece una plataforma crucial para la integración de hombres y mujeres de formación cristiana y pensamiento político positivo en la construcción de un mejor país.
La convocatoria de esta refleja una visión de liderazgo que trasciende la simple administración municipal. Dio Astacio, reconocido por su doble rol de pastor y alcalde, ha logrado posicionar a SDE como un faro de esperanza y un modelo de cómo la fe y la política pueden converger para el bien común.
Este evento ha brindado un espacio para el diálogo constructivo, permitiendo que principios de paz, justicia y reconciliación, tan arraigados en el pensamiento cristiano, se traduzcan en propuestas concretas para el desarrollo del municipio.
Su gestión demuestra que la eficiencia, la transparencia y el compromiso pueden y deben ir de la mano con los valores morales que nutren la vida social.
La importancia de la política ligada al pensamiento de los hombres cristianos y su incidencia en el mundo moderno es innegable.
En una era marcada por la complejidad social y los desafíos éticos, la visión cristiana aporta un marco de referencia basado en la dignidad humana, la justicia social y el servicio.
-
El pensamiento cristiano introduce en la arena política una base ética sólida, promoviendo que las decisiones de gobierno respeten la vida, la familia y los derechos fundamentales, actuando como un «freno» contra el relativismo moral y la corrupción.
-
Inspira a los líderes a adoptar una postura de servicio (como enseñó Cristo: «No vine a ser servido, sino a servir»), en lugar de buscar el poder por sí mismo. Esto es vital para asegurar que el Estado trabaje por el bienestar de todos y no solo de unos pocos. El cristiano en la política no se conforma con el statu quo. Su fe lo impulsa a ser un agente de cambio, buscando la reconstrucción continua de la sociedad sobre cimientos de justicia.
-
Tal como se requiere en SDE, la influencia de creyentes en la política se convierte en una fuerza preservadora e iluminadora que evita la descomposición social y promueve la prosperidad.
El liderazgo de Astacio es un vivo ejemplo de cómo los valores de la fe pueden transformar la gestión pública, demostrando que la acción política responsable es una exigencia fundamental de la dignidad humana.
La Cumbre de SDE es solo el inicio. Ahora, la tarea se extiende a cada ciudadano.
¡La paz y la prosperidad no se decretan, se construyen! La gestión del Alcalde Astacio ha abierto la puerta: ha llegado el momento de que cada hombre y mujer, con principios y vocación de servicio, asuma su rol.
¿Seguirá observando desde la barrera mientras el futuro de su comunidad se define sin su participación? ¡Levántese! La política, entendida como el arte de servir y buscar el bien común, necesita de su luz y de sus valores. Dejemos de quejarnos de la oscuridad y atrevámonos a encender una LUZ.
SDE nos muestra el camino: al asumir el compromiso cívico y político con integridad y fe, no solo levantaremos un municipio, sino que forjaremos el mejor país que anhelamos. La historia nos llama a ser los arquitectos de una Nación Reconciliada y en Paz.