El milagro de dar sin temor, ¡Dios es Bueno!, Jeremías 17:9-10.

Por: pastor Hector Contreras

El corazón es el ser interior, que piensa, siente y actúa; es la esencia del ser humano, pero al mismo tiempo, en ocasiones, es engañoso. Es un pastor de almas, es un gran esposo y padre; ahora abuelo, pero también es un amigo por excelencia. Su esposa había sido intervenida quirúrgicamente en el Hospital Doctor Ney Arias Lora, llegó el día del alta médico, por tanto también la liquidación del  pago correspondiente por la cirugía a su amada esposa. El pastor baja hasta la cafetería del Hospital hasta tanto se preparaba la factura en el departamento de contabilidad, le acompaña su hijo mayor, mientras dejaba a su hija menor en espera de la factura en el departamento de contabilidad.  Hablando con el pastor amigo, él entendía  que el estimado a pagar por la operación de su esposa, era cerca a los RD$2,000,000,000 (Dos millones de pesos) o más. Mientras espera, alcanza a ver a una señora, ya anciana mientras comía algo en la barra del comedor, al observar y ver los gestos que hacía esta señora, fue movido a misericordia y llama a su hijo, le hace entrega de RD$1,000.00 (Mil pesos dominicanos) y dice al joven, ¿tú ves a aquella señora que está allí?, si, papá, responde el hijo, ve y llévale ese dinero, éste, al observar el gesto de su padre y la cantidad de dinero, se asombra y le arenga algo, porque se está en espera de la factura final y no se sabía a ciencia cierta a cuánto ascendería el pago; el padre insiste   y entonces, su hijo, en obediencia, toma el dinero y lo lleva a la señora. Pasa el tiempo, pasan las horas, hasta que al fín le llama su hija  para que subiera a recibir la factura del pago por la intervención de su esposa. El le pide que reciba el documento, pero ella insiste para que suba,  y así, se decide por ir hasta la administración del hospital. Cuando le hacen entrega del sobre con la factura, lo toma   en sus manos, lo abre, al abrirlos e ir hasta el último renglón, ¡vaya sorpresa!, la factura recibida en su totalidad decía: 00:00. No debía absolutamente nada, ni un centavo a pagar. El regocijo que recibió en ese momento, sólo él podía entenderlo, porque en lo humano nadie lo comprendería. Con lo que cada persona termina de leer ahora en este mensaje, se cumple lo escrito por Salomón y es lo siguiente:

“Hay quien todo el día codicia; Pero el justo da, y no detiene su mano”, Proverbios 21:26. “Riqueza, honra y vida, Son la remuneración de la humildad, y del temor de Jehová”, Proverbios 22:4.

 

La humildad, la obediencia también al escuchar la voz de Dios al ordenarle darle una ofrenda de amor a aquella señora entrada en edad, fue lo que produjo el milagro de la total exoneración del pago de los honorarios médicos por la intervención quirúrgica de su amada esposa. “El ojo misericordioso será bendito, porque dio de su pan al indigente”, Proverbios 22:9. Los ojos de nuestro pastor de la historia que hoy leen, se llenaron de la misericordia de Dios al ver aquella indigente en aquel momento de espera. ¡Dios es Bueno! Muchos@s hombres y mujeres, somos testigos vivientes de la gracia. ¿Cuál habría sido la situación si nuestro pastor hubiese desobedecido el mandato de Dios de dar esa ofrenda? Creo que yo no tengo la respuesta a esa pregunta, ni ninguna persona tampoco; solamente Dios lo sabe.

 

“Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; Y al que quiera ponerte pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y cualquiera que te obligue a llevar la carga por una milla, vé con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de tí prestado, no se lo rehúses”, Mateo 5:38-42. ¿Por qué este pasaje de la Biblia mientras nuestro Señor habla con sus discípulos sobre la enseñanza de las bienaventuranzas? Simple, mis amados @s del Señor. Sin importar, ni mucho menos pensar en la factura final que tendría que pagar, este hombre de Dios, sin que se le pidiera dió, sin que se le obligara a llevar la carga por una milla, en vez de dos, fue mucho más allá. Hizo entrega de la túnica, también de su capa y se despojó de parte de lo que tenía previsto para aquel día, e hizo lo que debía hacer, porque en su interior, en su espíritu, Dios habló a su vida y fue obediente a la voz de Dios en medio de la circunstancia que vivía en ese entonces.

 

Jesús tiene mucho que decir sobre la humildad. No es extraño que fuese el pecado del orgullo lo que causó la caída de la humanidad. Como el nuevo Adán, Jesús fue ejemplo en este aspecto de una vida justa.

La caída de la humanidad se debió a su presunción de que podía encumbrarse por encima de Dios. La restauración de su santidad exige lo contrario: que la gente sea humilde delante de su propia voluntad y se vuelva al Camino de Dios, que no es más que Jesucristo el Señor. Es entonces que llega el reconocimiento y la exaltación verdaderos que da Dios vendrán a aquellos@s que menos lo esperan.

 

Jesús, en su mensaje a sus discípulos para llevar a cabo su trabajo como misioneros del Reino de Dios, les dijo: “Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”, Mateo 10:5-8. Después de dar las instrucciones de lo que sería su MISIÓN, al final dice: “DE GRACIA RECIBISTEIS, DAD DE GRACIA”. ¿Qué había recibido de gracia nuestro amado pastor de la historia? Su humildad y amor por los demás. Nunca pensó en lo que había de pagar a la administración del hospital para bendecir a aquella indigente ese día. El fue movido, simplemente a misericordia. Según el verso 8, los discípulos habían recibido gratuitamente la autoridad para echar fuera los demonios y sanar, debiendo realizar la obra de Jesús sin exigir nada. Mi amigo solo recibió un mandato directamente de Dios y dió, tan simple como eso. Mientras el apóstol Pablo exhortaba a los ancianos de la Iglesia de Éfeso, él le dijo: “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”, Hechos 20:35. DAR, del griego “didomi”, es igual a conceder, permitir, donar, impartir, poner, ofrendar, presentar y ceder. Didomi implica el dar un objeto de valor. Dar libremente sin ser forzado. Este verso indica que  el dador adopta el carácter de Cristo, cuya naturaleza es dar. Jesús no dijo que sería más natural o más fácil dar que recibir, sino que sería más BIENAVENTURADO. Este es el punto de vista de Pablo sobre el dinero y el ministerio. Su salvación no era el dinero, según el verso 33 de este mismo capítulo, porque él mismo suplía sus necesidades del ministerio fabricando tiendas, Hechos 18:3, aliviando así la carga financiera de las iglesias que ministraba.

Más bienaventurado es dar que recibir se refiere tanto a nuestro tiempo como a nuestro dinero, porque trabajando así ayudamos a los necesitados, el primero de los cuales es el más desamparado.

 

¡Bendito y alabado sea el nombre de Dios por siempre! El ejemplo de nuestro pastor, debe servir para cada persona que llegan estas notas, escritas todas en el nombre de Jesucristo, el Hijo de Dios, para que las mismas sirvan de inspiración divina, con el único propósito de bendecir. Que cada una de ustedes, personas amadas y bendecidas, sean utilizadas de canal para bendecir a otras personas con lo que Dios ha puesto en sus manos. En su primera carta a Timoteo, San Pablo apóstol  dijo: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias, y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”, I-Timoteo 6:6-10. GRAN GANANCIA ES LA PIEDAD ACOMPAÑADA DE CONTENTAMIENTO. Al dar la ofrenda aquel glorioso día a una mujer que nunca antes había visto, el hombre de nuestra historia nos enseña que debemos vestirnos de la piedad de Dios y contentarnos con lo que también Dios nos ha permitido tener. Existen personas que lo tienen todo, sin embargo, su vida es un lamento total, imparable, porque nunca ha llegado a su vida lo que la Biblia llama GRATITUD. La gratitud es un don de Dios para cada persona; ahora bien, es necesario, como siempre he escrito, que llegue a la vida de cada persona el amor de Dios por medio de Cristo Jesús.

 

En su segunda carta a los corintios, San Pablo escribió: “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abunde para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre.

Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia”, II-Corintios 9:6-10. ¡Cuántas enseñanzas encontramos en estos versos! Sin embargo, se hace necesario agregar lo siguiente: Primero, Dios es quien hace que toda gracia abunde para ti, y quien te provee de todo lo que necesitas. Todas las cosas que son beneficiosas para nuestra vida provienen de las manos de Dios. Segundo, a nosotros se nos da con suficiencia, aun “abundantemente”,  de manera que podamos hacer buenas obras. ¡Se nos bendice a fin de que seamos una bendición para otros!. La palabra “suficiencia” significa “auto-satisfacción”, “contentamiento” o “competencia”,que son señales del creyente cuya vida ha sido en verdad bendecida por estas cualidades, a medida que Dios le hace prosperar en todo y Tercera, el Dios que puso en tu mano la semilla de la siembra es quien resuelve tus necesidades básicas, multiplica tu sembrado, te concede abundancias para que puedas compartirla con otros, y quien te hace crecer espiritualmente con amor, gozo, paz y todos los demás frutos del Espíritu Santo (“el fruto de justicia”). ¡Cuán grande es nuestro Dios! Con Él no carecemos de nada. ¿Somos agricultores, somos ganaderos u otra cosa del campo? Creo que no, pero si la mayoría tiene o ha tenido la oportunidad de administrar algo que ha llegado a sus manos.

 

Para finalizar este mensaje, les dejo lo siguiente: “En una calle polvorienta de Arabia Saudita, en aquel tiempo la comida escaseaba, un mendigo está parado en una esquina pidiendo limosnas, se acerca un carruaje y se detiene frente al mendigo, del carruaje sale hombre y este era  jeque árabe, mira al mendigo a los ojos, ve que tiene un puño cerrado, al ver lo que tenía, le dice: Dame tu arroz, el hombre forcejea con el mendigo, porque no quiere entregar lo que hace poco había recibido; siguiendo el forcejeo entre ambos hombres, en las   manos del jeque quedaron unos  siete granitos de arroz, éste abre su mano, cuenta los granos y le dice al que conducía el carruaje: Dale siete pepitas de oro”.

 

Vaya sorpresa para este mendigo, si en vez de  entregar los pocos granos  del arroz a aquel hombre rico, hubiera recibido, no sólo siete pepitas de oro, sino quién sabe cuántas más, pero su hambre, sus necesidades y carencias no le permitieron recibir lo que sería la gran bendición para toda su vida. Cuando damos, recibimos en abundancia, porque Dios ama el dar y al hacerlo encontramos y recibimos la gracia de Dios que sobreabunda en nuestras vidas.

 

Entiendo que me he excedido un poco con este mensaje en cuanto a que he escrito mucho, pero mi propósito principal es que cada persona que lo lee, reciba de Dios lo suficiente para entenderlo y poner por obra lo entendido.

 

Dios les bendiga grandemente, ahora y siempre.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here