Por Milton Olivo
El mundo actual enfrenta una serie de tensiones geopolíticas entre los principales polos hegemónicos, aumentando el riesgo de conflictos a nivel global. Las tensiones entre potencias como Estados Unidos, China, Rusia, Irán, e Israel, plantean desafíos significativos para países como la RD, que dependen en gran medida de la estabilidad económica y la paz social.
Ante esta amenaza, RD debe incrementar su proactivo para proteger sus intereses y garantizar su seguridad económica. Una estrategia clave en este sentido es la adopción de una postura neutral en conflictos internacionales, lo que permite mantener relaciones comerciales y diplomáticas con todos los países y evitar ser arrastrada a conflictos externos.
En este contexto, es imperativo que el país adopte medidas audaces y estratégicas para proteger sus intereses nacionales y promover su crecimiento económico y social. En este artículo, exploramos diversas estrategias que la RD puede implementar para enfrentar esta crisis de manera efectiva y convertirla en agua para su molino.
El turismo como uno de los pilares fundamentales de la economía dominicana, generando empleo y divisas significativas, para proteger esta industria vital en tiempos de crisis geopolítica, la RD debe continuar centrándose en diversificar su base de turistas y promover su imagen como un destino seguro y atractivo para visitantes de todo el mundo.
La industrialización del sector agropecuario representa una oportunidad única para fortalecer la economía dominicana y garantizar la seguridad alimentaria del país. Mediante la implementación de políticas que fomenten la construcción de un tejido de agroindustrias municipales, la RD aumentaría la productividad, competitividad y exportaciones de su sector agropecuario, vendiendo productos con valor agregado, impulsando así el crecimiento económico y generando empleo en áreas rurales.
El sector pesquero y acuícola de la RD posee un gran potencial de desarrollo que aún permanece prácticamente virgen. Se requiere la implementación de políticas de atracción de inversiones en la pesca industrial, para que el país aumente la producción y la exportación de productos pesqueros y acuícolas, generando ingresos adicionales y creando empleo en las 17 provincias costeras.
La RD debe proponerse diversificar su economía y aumentar su capacidad de innovación mediante el desarrollo de industrias tecnológicas emergentes, incentivando la creación de empresas dedicadas a la fabricación de productos tecnológicos; como juguetes, drones y otros, que no solo impulsa la economía, sino que también aumentaría sus exportaciones y competitividad a nivel internacional.
Para financiar el desarrollo económico y promover la inversión, es crucial fomentar el crecimiento del mercado de capitales en la RD. Mediante la educación financiera de la población, e incentivar la participación popular en la Bolsa de Valores y en los Fondos de Inversiones, pues facilitaría al país atraer capital y movilizar recursos financieros para proyectos de infraestructura, tecnología y desarrollo de nuevos proyectos empresariales, impulsando así el crecimiento económico y la creación de empleo.
En medio de la crisis global, es fundamental que la RD tome medidas más duras para proteger su soberanía nacional y para controlar definitivamente la inmigración ilegal y protegerse de posibles amenazas externas. Así como para erradicar la delincuencia con la modernización y descentralización de la Policía Nacional para garantizar la seguridad ciudadana y la creación de una industrias de armas para ser autosuficiente y elevar los productos de exportaciones.
En conclusión, la República Dominicana se enfrenta a desafíos significativos en medio de la crisis global actual, pero también tiene la oportunidad de aprovecharla para impulsar su potencial y promover un desarrollo económico y social sostenible.
Mediante la implementación de inversión en políticas audaces y estratégicas como las planteadas, República Dominicana puede fortalecer su economía, proteger su seguridad nacional y avanzar hacia un futuro más próspero y seguro para todos sus ciudadanos.
El autor es escritor y activista por una Quisqueya potencia.
